La salvación es exclusivamente por medio de Jesucristo porque solo en Él tenemos salvación. También, la salvación de Jesucristo es inclusiva porque cada persona puede recibirla. Jesús usaba muchas ilustraciones para predicar esta verdad. Por ejemplo:
Jesús dijo: “Yo soy el Pan de Vida” (Juan 6, 35; Juan 6, 48; Juan 6, 51).
Jesús dijo: “Yo soy la puerta” (Juan 10, 7; Juan 10, 9).
Jesús dijo: “Yo soy la verdad” (Juan 14, 6).
Jesús dijo: “Yo soy la vid verdadera” (Juan 15, 1; Juan 15, 5).
Jesús dijo: “Yo soy la vida” (Juan 14, 6; Juan 11, 25).
Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo” (Mateo 7, 13-14; Juan 8, 44; Jeremías 5, 26; Romanos 6, 23; Romanos 7, 18; Juan 8, 12; Juan 11, 9-10; Juan 9, 5; Juan 1, 4-9).
“Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” Juan 8, 12.